EL EFECTO DEL COLOR EN LOS NIÑOS
Si te has preguntado cuál es el color ideal para la decoración del cuarto de tus hijos, es importante que conozcas algunos de sus efectos, así como la forma en que ellos lo perciben.
En términos generales, los niños viven tres etapas de
percepción del color: cuando son recién nacidos, cuando son menores de 5 años y
en la edad preescolar. Al principio, los bebés no perciben todos los colores
sólo aquellos de mayor contraste, a los tres meses comienzan a distinguir los
más brillantes. Para ellos se recomiendan tonos neutros o claros.
Entre los 3 y 5 años de edad, diferencian los colores y
empiezan a sentir sus efectos. Sus favoritos tienden a ser los más llamativos.
En la etapa preescolar expresan abiertamente su predilección y es el momento de
idear una decoración que le brinde armonía y estimule su actividad mental.
Consulta nuestra guía para tomar la mejor decisión.
El efecto del color en los niños
Rojo: Atrae la visión al instante y estimula la acción. Se
recomienda en ambientes, juguetes y ropa pues genera energía, da vitalidad y
combate la depresión. No es recomendable utilizarlo en habitaciones de niños
hiperactivos o agresivos, ni en espacios donde es necesaria la concentración.
Azul: Crea un efecto calmante y tranquilizador, ayuda a
conciliar el sueño y produce sensación de armonía. En tono pastel, baja los
niveles de estrés y relaja a los chicos. Evita tonos intensos y si los
utilizas, combínalos con blanco.
Amarillo: Es un color activo, optimista y estimulante.
Despierta la actividad mental y por ello es buena opción para habitaciones de
niños con poca concentración. Usa el tono pastel para estimular la actividad
intelectual en pequeños con problemas de aprendizaje o fatiga mental. Puedes
utilizar moderadamente el color brillante para imprimir alegría.
Naranja: Inspira vitalidad, alegría y felicidad. Las
tonalidades suaves expresan calidez, estimulan el apetito y la comunicación,
mientras que las tonalidades más brillantes incitan a la diversión y la
alegría. Puede usarse para el cuarto de juego de los niños combinado con
colores neutros pues estimular el aprendizaje y un buen estado de ánimo.
Verde: Fomenta la armonía y posee una influencia calmante
sobre el sistema nervioso. Puede usarse en la recámara y los lugares destinados
al descanso de tu hijo gracias a que inspira equilibrio, también es apto para
combinarse en la habitación de los bebés.
Rosa: Genera calma, relajación y afecto. Se asocia con
dulzura, delicadeza, bondad, ternura y buenos sentimientos. Las combinaciones
más populares son rosa y blanco, rosa y turquesas o rosa y lila.
Violeta, púrpura o lila: Dan la sensación de paz y van bien
en las recámaras de las niñas, puedes usar lila y morado o hasta blanco, azul y
rosa.
Colores neutros: También fomentan la tranquilidad y la
quietud, por lo que son ideales para la paz y el descanso de los pequeños. Para
darle acentos de color, integra detalles en verde, azul, lila o rosa.
Blanco: Estimula la actividad intelectual y favorece la
imaginación, por ello es recomendable para cuartos de niños pequeños.
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